¡Hola de nuevo!
Hoy comenzamos una nueva aventura, esta vez en el sistema de la literatura. Según mis informes la gran explosión dejó a todos los habitantes de este sistema sin la capacidad de reproducir lo que están leyendo, es decir, no pueden dibujarlo, ni escribirlo y lo que es aún peor… ¡No pueden leerlo en voz alta! Para ayudarles vas a tener que grabarte leyendo este fragmento de Don Quijote a ver si al escucharte a ti, logramos que todo vuelva a la normalidad. ¡Mucha suerte en tu nueva misión Pablo!
Don Quijote de la Mancha. Capítulo VIII
“En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura1 va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados2 gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos3 comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente4 de sobre la faz5 de la tierra.
— ¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas6 a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer7. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran, antes iba diciendo en voces altas:
—Non fuyades8, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.”
Glosario:
- Ventura: n.f. Suerte
- Desaforados: adj. Que obra sin ley.
- Despojos: n. m. Vientre, asadura, cabeza y manos de las reses muertas.
- Simiente: n. f. Semilla
- Faz: n. f. Rostro, cara o superficie.
- Espuela: n.f. Espiga de metal terminada comúnmente en una rodaja o en una estrella con puntas y unida por el otro extremo a unas ramas en semicirculo que se ajustan al talón del calzado, y se sujetan al pie con correas, para picar a la cabalgadura. // Dar de espuelas: Dar al caballo para que camine.
- Acometer: vbo. Embestir con ímpetu y ardimiento. El batallón acometió al enemigo.
- Non fuyades: ‘No huyáis’.
Referencias:
http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/Edicion/parte1/cap08/default.htm
http://www.rae.es/
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